Te amo porque me llamás compañero..
Madurando luchas por encontrar otro rumbo, cuando el abrazo y el beso son por la honestidad que estructura la elección, de abandonar las imposiciones, de librarnos de la condición cultural y ver cómo las calles se ensanchan con vos.
Te amo por lo potentente de tu voz..
Gritando los pulmones por nuevos aires y nuevos seres, por más banderas y eternos amaneceres, bancando el lienzo militante que se alza sobre el asfalto frío de la violencia de las ciudades de furia.
Et amo también por tu ánimo irreverente..
Redentor mío ante la dureza de mis prejuicios, humildad tuya para entender mis conflictos, dándome calma, respetando mi ritmo, sonriendo cómplice al verme disfrutar de lo que antes negaba.
Te amo, sin eternidad ni plazos fijos...
Porque tu geografía deteriora los mapas del romanticismo, lleva a crisis las economías y me permite pensar nuevas reglas y antropologías. Reglas subvertidas. Un mundo sin bancos ni promesas vacías.
Te amo hasta los confines de tu ideología
Por el egoismo de querer estar bien y ser mejor, enclavado en la contradicción de saciarme para solidarizarme, trayendo a cuentas que sin prójimo no hay uno, ni fiestas ni banquetes ni mañanas ni rocío.
Te amo porque no hay objeto, ni amos ni dominios.
Porque no existe otro tiempo que el del momento, afianzado en memoria que registre el trayecto, para siempre tener en cuenta que vivimos para ser un constante nuevo proyecto.
Te amo
Hasta ser libres
Y te espero
Para que traigas en brazos
La victoria de todxs.
Hasta ella, te amo.
Hasta ella, siempre.